Sol de invierno: manual de riesgo
Has oído muchas veces que hay que protegerse del sol en invierno, pero… ¿sabes por qué? ¿Y las consecuencias de no hacerlo? No tires tu solar (aún) y… ¡sigue leyendo!
Empieza el frío y todos buscamos desesperadamente esos rayos de sol que, aunque escasos, tan bien sientan. Y es que los beneficios del sol en nuestro organismo y estado de ánimo son claros e irrefrutables. PERO CUIDADO.
No lo decimos nosotros: cada vez más dermatólogos y expertos alertan seriamente sobre los efectos de la exposición solar en invierno. ¿Sabes por qué? Lo analizamos:
- BAJAMOS LA GUARDIA: aunque la radiación solar es menor que en verano, el daño puede ser el mismo que en esta época, ya que en invierno raramente nos protegemos. ¡Comprensible! No relacionamos frío con daño solar, y ahí está EL ERROR.
- ACUMULAMOS: el daño solar es acumulativo, y mientras en verano paliamos parte del daño con protección solar, en invierno los efectos avanzan a pasos agigantados cuando no nos protegemos. No hay quemaduras, por tanto la piel no os envía señales, y el riesgo de melanoma aumenta considerablemente.
- PERDEMOS CAPITAL: así es. Nacemos con un capital genético, una cantidad de horas que resistimos al sol sin sufrir graves consecuencias. Y a lo largo de nuestra vida vamos perdiendo este capita, con pérdidas enormes cuando adquirimos malos hábitos.
- MÁS RECEPTIVOS: al daño solar. Los cambios de temperatura entre el frío exterior, calefacciones y aires acondicionados resecan la piel debilitándola y destruyendo su defensa natural. En verano, el mismo sudor nos ayuda naturalmente a protegernos; en invierno, nuestra piel es mucho más vulnerable.
¿QUÉ HAGO?
Sensatez. Aquí unos consejos sencillos y prácticos (y reales):
- NO TIRES TU PROTECTOR: si lo compraste este verano, no debería llegar al verano que viene (los filtros no duran intactos más de 1 año). ¡Amortízalo! Y aplica en las zonas expuestas a diario, incluso en los días nublados, ya que la radiación solar atraviesa las nubes.
- NO USES UN FACTOR QUE NO NECESITAS: pasarse de filtro también es perjudicial. No sobrealimentes tu piel con cosas que no necesita. Cada piel es distinta, pero una buena solución intermedia es el FPS 30.
- NO ADOPTES HÁBITOS QUE NO CONTINUARÁS: solo lograrás desmotivarte y dejar de lado los buenos hábitos que ya tenías.
- REFUERZA CON ANTIOXIDANTES: Perfectos para revertir el daño solar por dos frentes: via oral, tomando frutas y verduras a diario y refuerza con una cápsula de Resveratrol de IA NUTRICOSMETICS (en tu Farmacia), y via tópica cambiando tu línea de tratamiento a la línea Antioxidante con Resveratrol.
Y ahora sí: ¡feliz sol de invierno!
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