Manchas solares: evita y corrige
Empiezas a notar pequeñas manchas y lunares en rostro y escote, y parece que, con el sol… ¡van a más! Te enseñamos a identificarlas, corregirlas y, lo más importante: a evitarlas. ¡Sigue leyendo!
Tras el verano, es común detectar pequeñas manchas en las zonas más expuestas y vulnerables al sol: rostro y escote. Y lo peor… ¡las que más se ven todo el año!
ia sale al rescate, aquí una pequeña guía para que tu piel luzca sin manchas todo el año.
- Identifícalas: el origen de la hiperpigmentación de la piel responde a muchas y diferentes causas. Predisposición por tipo de piel, hormonales, embarazo, sol, edad…. Y por supuesto, requieren diferente tratamiento. Por lo tanto, esencial que las vea tu dermatólogo para que no pierdas tiempo, dinero y esfuerzo con el tratamiento erróneo.
- Conoce al enemigo: si la causa es el sol, tiene mejor solución. Pero no te confíes. La memoria de la piel acumula el daño solar a lo largo de los años y es un indicativo de que algo estás haciendo mal. Momento de cambiar tus hábitos y protección frente al sol.
- Ataca: si la mancha es reciente y superficial (algo que te diagnosticará el dermatólogo), prueba primero con productos despigmentantes. Exfoliantes con ácidos como el glicólico y lociones blanqueadoras irán rebajando e igualando el tono. Si se resisten, tu dermatólogo te las tratará con láser en una sencilla sesión.
- Defiende: la guerra sigue abierta. Tus primeras manchas solares son un indicativo de propensión, por un lado, y mala protección, por otro. Aquí, los preventivos (protectores solares) serán tus mejores aliados. Refuerza con productos de tratamiento con vitamina C, que ayuda a regular el tono (nunca a despigmentar del todo). ¿Sabías que nuestros Fotoprotectores incluyen esta vitamina para un extra de tratamiento?
No te lo dejes, no abandones: ¡constancia! ¡Esto es la guerra!
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