Ir a la playa no solo es un ritual para broncear nuestra piel; también aporta múltiples beneficios para nuestra salud en general, tanto física como psíquica. ¿No los conoces? Ahí van:
Si la brisa del mar y su murmullo nos relaja, nos pone en contacto con la naturaleza, nos refresca y nos hace sentir bien, sumergirnos en el agua todavía es más beneficioso. ¡Mira!
- PARA LA PIEL: contiene zinc, potasio, yodo y oligoelementos, por lo que funciona como un perfecto antibiótico natural. Ideal para ayudar a cicatrizar heridas (recuerda protegerlas del sol para evitar manchas). TRUCO: utiliza los granos de arena para exfoliar la piel naturalmente.
- PARA LOS MÚSCULOS: el vaivén del agua los relaja y ayuda a curar determinadas lesiones musculares. Ideal para deportistas. TRUCO: si haces deporte, acaba tu sesión con un baño en el mar que relaje tu musculatura. Además, caminar por el agua y/o nadar tonifica los músculos y los fortalece.
- PARA LOS PULMONES: el agua de mar es muy beneficiosa, mejora la respiración y facilita la expectoración, ayudando a curar catarros y otras afecciones más serias.
- PARA HUESOS/ARTICULACIONES: demostrado que los baños marinos disminuyen el dolor en enfermedades como la artrosis y mejora el funcionamiento de las articulaciones.
- PARA LOS PIES: su roce con la arena los exfolia naturalmente ayudando a mantenerlos hidratados. Estimula además los innumerables puntos de conexión del pie con otros puntos vitales mejorando la salud en general.
- PARA LA CIRCULACIÓN: el contraste entre el calor del sol y el frío del agua es ideal para activar la circulación evitando o mejorando sus problemas relacionados.
- PARA LA CELULITIS: cualquier ejercicio realizado dentro del agua -incluido el mero hecho de caminar- aumentará en eficacia.
- PARA LA MENTE: estrés, nerviosismo, ansiedad, depresión leve o severa… Todas ellas se disipan con la terapia marina.
¿Necesitas más? Si tienes ocasión, no te lo pienses. ¡Vacaciones en el mar!
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